Aprendamos a tenerle paciencia a la vida, nunca le exijamos nada a nadie. Hay tragedias que nosotros mismos provocamos por no saber esperar. Cada día es un aprendizaje. Hemos aprendido que con empeño muchos sueños llegan a cumplirse. Que nadie pueda robar nuestras ilusiones. Hemos aprendido que todos somos iguales en este trayecto. Que el ego mata la esencia de las personas. Que hay que ir quemando etapas y que algunas personas se van con ellas. Que las importantes siempre son las que se quedan, que algunos comentarios dejaron de interesarnos porque no aportan nada. Seleccionamos a nuestras amistades. Queremos un poco más y mejor a los nuestros. Hemos aprendido que nunca se deja de aprender. Y a quedarnos con lo bueno, siempre.
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