jueves, 17 de noviembre de 2022

CONTROLAR NUESTRO CARÁCTER


Todos sabemos que las personas huyen de quienes tienen mal carácter. Cuando perdemos la calma, perdemos la dignidad y el respeto de los demás. El mal genio ahuyenta a la gente. Aunque no siempre podemos evitar sentirnos mal, podemos decidir cómo responder. Al respecto, es de suma importancia, tardar en enojarnos, poniendo de manifiesto nuestro autodominio. Para lograrlo hay ciertas actitudes que podemos asumir:
1) Ponernos metas: no digamos “es que yo soy así”. Debemos esforzarnos en mejorar y darnos un tiempo para obtener resultados favorables. Por ejemplo: empecemos por seis meses, y no olvidemos anotar nuestros progresos. Cada vez que nos enojemos veamos: a) que fue lo que ha ocurrido; b) cómo hemos reaccionado; c) cuál hubiera sido una mejor reacción y por qué. Entonces, intentemos recordar nuestras notas la próxima vez. Anotemos también las veces que hemos logrado controlarnos y cómo nos sentimos.
2) Contemos hasta diez: cuando algo o alguien nos moleste, no digamos lo primero que se nos ocurra. Respiremos hondo antes de decir o hacer algo de lo que después podamos arrepentirnos.
3) Miremos los dos lados de la moneda: puede que en ocasiones nos enfademos porque solo vemos un lado del asunto (el que nos afecta a nosotros). Tratemos de ver el otro lado del problema. Es importante que nos alejemos antes de que surja una discusión. Pero luego no pensemos en el problema, pues eso nos enfada más… mejor es realizar alguna actividad, especialmente al aire libre.
4) Olvidarlo: si respondemos a las provocaciones de los demás, nos estamos dejando controlar. Lo mejor es actuar con madurez y olvidar el asunto. Si lo hacemos, no permitimos que nuestro enojo nos controle, nosotros seremos el que lo controla.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PROTEGER NUESTRA CULTURA

La cultura argentina se elaboró con distintos aportes. El más determinante provino del exterior: nuestro idioma (el castellano), las creenci...