El aporte indígena es relativamente escaso y predomina en el noroeste.
Las artes, ciencias, letras y otras manifestaciones culturales se desarrollaron en forma autóctona sobre las bases aportadas por los primeros europeos, los criollos y los indios.
Así surgió, con características propias, el folklore de las diversas regiones del territorio.
Paralelamente se hizo sentir la influencia extranjera a través del aporte inmigratorio, libros, periódicos, películas.
Se procura proteger y fomentar la cultura nacional, su progreso, asegurando a la población la posibilidad de acceder a esas manifestaciones.
Proteger la cultura no significa cerrar las fronteras de la nación a las manifestaciones culturales provenientes de otras partes del mundo.
El arte, las ciencias y las letras son universales y son patrimonio común de todos los hombres.
Las geniales pinturas de los artistas renacentistas Miguel Ángel Buonarroti y Leonardo Da Vinci, no son valiosas porque ellos son italianos; ni la poesía de José Hernández o de Jorge Luis Borges, no es admirable porque sus autores son argentinos, aunque sí es legítimo sentir orgullo de que buenas obras sean producidas entre nosotros.
Amparar la cultura nacional significa fomentar y propiciar su desarrollo, facilitando su libre difusión y su enriquecimiento.